Historia*
Dicen que nada ocurre por casualidad. Seguramente, la proliferación de estructuras de molido y presas que se produjo en Liérganes en los siglos XVIII y XIX tiene mucho que ver con la bravura con la que el río Miera recorría el pueblo y con un estilo de vida que encontró en el caudal de este río un valioso aliado para su crecimiento.
Una de aquellas estructuras es El Molino de Rucandio que, construido en 1824 como molino harinero, se rehabilitó en 2006 como alojamiento rural. El Molino de Rucandio mantiene la esencia de su historia, pero se ha modernizado para brindarte unas vacaciones inolvidables.
¿Qué encontrarás en El Molino de Rucandio? Sobre todo, confort, tranquilidad y naturaleza. Rodeada por más de 1.000 m2 de finca y delimitada por el río Miera, la casa es un remanso paz y desconexión donde podrás disfrutar de un entorno natural único.
Liérganes, además, es un pueblo encantador que ofrece al visitante un excelente paisaje donde conviven en bellísima armonía edificios barrocos y neoclásicos, casonas montañesas, palacios indianos, ermitas e iglesias, puentes, molinos y ferrerías. ¡Un pueblo con tantos rincones por descubrir!
Para los amantes de la montaña y las actividades de naturaleza, la zona ofrece numerosas rutas de senderismo, como la senda de Las Tetas de Liérganes:un precioso recorrido circular de 15 kilómetros y dificultad baja por los Picos de Busampiro, a cuyo alrededor se originan pequeños bosques de castaños, fresnos y robles.
Además, desde El Molino de Rucandio es posible acceder fácilmente a la costa para disfrutar de las cercanas playas de Somo, Galizano y Langre o, un poco más allá, las de Laredo, Noja y el Sardinero.